Sol y cielo naranja

Vitamina D y salud cerebral

La deficiencia de vitamina D es una realidad en España y en el mundo en general. Estudios recientes respaldan la necesidad de tener niveles óptimos de vitamina D para una función cerebral saludable.

Esta vitamina también tiene una importante repercusión sobre la salud ósea y probablemente sobre la salud del organismo en su conjunto.

Una investigación de la Universidad de Queensland, que publica «Brain Structure and Function and Trends in Neuroscience», trata de explicar por qué esta vitamina es tan importante y cómo la deficiencia conduce a trastornos como la depresión y la esquizofrenia.
Uno de los autores de esta investigación, el profesor asociado Thomas Burne, señala que “la deficiencia de vitamina D afecta múltiples procesos cerebrales, incluido el funcionamiento cognitivo, tanto en personas sanas como en aquellas que padecen enfermedades neuropsiquiátricas.”

Empecemos por aclarar qué es la vitamina D, cuáles son las consecuencias de su deficiencia y de qué manera podemos aportar vitamina D a nuestro organismo.

¿Qué es la Vitamina D?

La vitamina D es una vitamina liposoluble imprescindible para la formación normal de huesos, dientes y para la absorción del calcio intestinal.

Además los receptores de vitamina D están muy extendidos en el tejido cerebral, y la forma biológicamente activa de la vitamina D ha mostrado efectos neuroprotectores.

¿Cuáles son las principales consecuencias para nuestra salud de un déficit de Vitamina D?

Respecto a la salud cerebral, según los autores del artículo Vitamina D y función cognitiva publicado por El Centro Nacional para la Información Biotecnológica (Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos) los estudios han llevado a asociar niveles bajos de vitamina D con la enfermedad de Alzheimer y la demencia. Y el riesgo de deterioro cognitivo es hasta cuatro veces mayor en ancianos con una importante deficiencia de vitamina D frente a los que presentan niveles adecuados. Otros estudios han demostrado asociaciones entre concentraciones bajas de vitamina D con accidentes cerebrovasculares. 

Su deficiencia puede causar osteoporosis y raquitismo. Pérdida de la densidad mineral y la calidad ósea, aumentando así el riesgo de caídas.

Además puede afectar a la regulación del sistema cardiovascular, el sistema inmunitario y la regulación del crecimiento celular, entre otras dolencias.

Niveles adecuados de vitamina D y covid-19

Diversos estudios señalan que quienes tienen niveles adecuados de vitamina D podrían tener mejores condiciones para combatir el coronavirus ya que podría reducir el riesgo de que esta se agrave. Y en general se ha determinado que la vitamina D cumple un rol importante en la prevención de la gripe y enfermedades respiratorias en general.

¿De qué manera podemos aportar a nuestro organismo unos índices adecuados de Vitamina D?

  • Tomar el sol: el principal aporte de Vitamina D proviene de la exposición a la luz solar, es decir de la síntesis cutánea.
  • Alimentación: aunque en menor medida que la exposición solar, ciertos alimentos son fundamentales para ayudar a mantener unos niveles adecuados de vitamina D, sobretodo en situaciones en que no podemos exponernos al sol el tiempo necesario ya sea por factores medioambientales o sociales como el actual confinamiento por razón de la pandemia por la covid-19.

¿Qué alimentos contienen de forma natural Vitamina D?

  • El pescado azul: salmón, atún y caballa, etc.
  • En menor cantidad se presenta en el hígado de vacuno, el queso, la yema de huevo, las setas y ciertos alimentos debidamente etiquetados con un aporte extra de Vitamina D como leches, yogures, cereales etc.

Aunque en gran parte de España tenemos muchos meses de sol al año y eso, en teoría, facilita la síntesis de vitamina D, los niveles son semejantes e incluso inferiores a países del centro y norte de Europa.
Esto se debe en parte al uso de protección solar en los meses de verano, ya que para sintetizar la vitamina D al tomar el sol es imprescindible hacerlo sin habernos aplicado ningún tipo de crema con filtro de radiaciones ultravioletas (factor de protección>8). 
Por otro lado, España está por encima del paralelo 35°N, donde la posibilidad de sintetizar vitamina D es escasa en invierno y primavera. A lo que hay que añadir un escaso aporte dietético además de otro factor de riesgo, la edad avanzada, ya que a medida que nos hacemos mayores disminuye la capacidad de síntesis cutánea de vitamina D.

La vitamina D juega un amplio papel tanto en nuestra salud en general como en nuestra salud cerebral y para prevenir y contrarrestar el déficit lo primero que debemos hacer es exponernos a la luz solar tanto como sea posible, incluso en balcones y terrazas, incluir en nuestra dieta alimentos ricos en vitamina D y, sólo bajo supervisión médica, tomar suplementos de vitamina D.


BIBLIOGRAFÍA

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