Ayuda a reparar las células de cualquier daño cerebral a nivel molecular y de comportamiento.
Puede que nadar lo relaciones con el verano, pero… ¿Qué pensarías si te dijéramos que a tu cerebro le apetece lanzarse ahora mismo al agua y que te pongas a nadar?
Seguro que no te sorprendemos si te decimos que el ejercicio aeróbico no solo es bueno para el corazón, sino también para el cerebro. De hecho, un estudio publicado en el National Center for Biotechnology Information (NCBI) concluyó que, al igual que otros ejercicios, nadar reduce los síntomas de la ansiedad y la depresión. Pero, además, también ayuda a reparar las células de cualquier daño cerebral a nivel molecular y de comportamiento.
Beneficios que tiene para tu cerebro nadar
Si te gusta zambullirte en la piscina, tras leer este post no querrás salir de ella en todo el año, ya que:
Mejora la función cognitiva
- El primero de los beneficios de la natación es que aumenta el flujo sanguíneo, lo que a su vez puede ayudar a mejorar la memoria, el estado de ánimo, la claridad mental y el enfoque.
- ¿Sabías que un estudio descubrió que la inmersión en una piscina aumentaba el flujo de sangre al cerebro? Cuando los participantes se sumergieron en el agua hasta la altura del corazón, su flujo sanguíneo cerebral fue mayor en comparación con los participantes que no se habían metido en la piscina.
Mejora el estado de ánimo
- La natación libera endorfinas en el cerebro. Éstas se consideran útiles para controlar el estrés, la ansiedad y el estado de ánimo.
Mejora la memoria
- La natación promueve nuevas neuronas en el hipocampo para una mejor memoria. Así, el daño cerebral por estrés también se puede revertir con la natación a través de la neurogénesis del hipocampo o la sustitución de las neuronas perdidas.
Mejora el aprendizaje
- La natación mejora las habilidades motoras gruesas y visuales, que conducen a una mejora en el aprendizaje. Los movimientos bilaterales de patrones cruzados en la natación ayudan con el desarrollo de las fibras nerviosas en el cuerpo calloso, que conectan los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro y facilitan la comunicación entre los dos. La natación activa simultáneamente los dos hemisferios cerebrales y los cuatro lóbulos del cerebro, lo que puede conducir a una mayor cognición y aprendizaje.
- Sabías que… un estudio encontró que los niños que aprenden a nadar a una edad temprana alcanzan más hitos de desarrollo antes que los que no saben nadar.
Terapia de rehabilitación
- Por último, la natación se emplea como método de rehabilitación de las enfermedades cerebro-vasculares. Según las investigaciones, la mejora del paciente es más eficaz y rápida.
Pues ya lo sabes, a tu cerebro le gusta nadar.
Además, no es necesario deportista olímpico para poder beneficiarse de ello. Simplemente disfrutar del líquido elemento y empezar a dar brazadas.
BIBLIOGRAFÍA
Sharma A, Madaan V, Petty F. Ejercicio para la salud mental. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1470658/