Bebidas saludables y no saludables para el cerebro

Agua, Zero o cerveza sin alcohol: ¿qué elige tu cerebro?

Lo que bebemos cada día no solo afecta a nuestro cuerpo, también a nuestro cerebro. La hidratación, el tipo de bebida y la cantidad de azúcar, alcohol o edulcorantes que ingerimos influyen directamente en la memoria, la atención, el estado de ánimo y la salud a largo plazo.

En este artículo hablamos de cerveza sin alcohol, especialmente de las variedades 0,0, que son las más consumidas y cuyo contenido de alcohol es prácticamente nulo (menos del 0,04%).

Repasamos cómo impactan las bebidas más habituales en tu salud cerebral, desde las que más te ayudan hasta las que conviene evitar.

Aliados del cerebro

Agua
La mejor opción siempre. La deshidratación, incluso leve, puede provocar cansancio, dificultad de concentración y fallos de memoria. Mantener una buena ingesta de agua diaria es esencial para el rendimiento cognitivo y el bienestar general.

Infusiones, té y café (sin azúcar)
Aportan antioxidantes que protegen las neuronas y ayudan a retrasar el envejecimiento cerebral. La cafeína, en dosis moderadas, puede mejorar la atención y el rendimiento. Eso sí, no conviene abusar para evitar nerviosismo o problemas de sueño.

Leche y bebidas vegetales sin azúcar
Son fuente de nutrientes como proteínas, calcio y vitaminas, que contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso y al mantenimiento de la memoria a lo largo del tiempo.

Con moderación

Cerveza sin alcohol (0,0)
Aporta minerales y polifenoles antioxidantes, pero también contiene azúcares residuales. Es una opción válida como alternativa social al alcohol, aunque no debe convertirse en un hábito diario.

Refrescos Zero o Light
No tienen azúcar ni calorías, lo que los hace menos perjudiciales que los refrescos tradicionales. Sin embargo, su consumo frecuente mantiene la preferencia por el sabor dulce y, además, investigaciones recientes publicadas en la revista Neurology han vinculado el abuso de edulcorantes artificiales con un deterioro cognitivo más acelerado. Por eso, conviene reservarlos solo para momentos puntuales.

Zumo natural
Aporta vitaminas y antioxidantes, pero al eliminar la fibra de la fruta se concentran los azúcares libres, que elevan rápidamente la glucosa en sangre y, a la larga, pueden dañar la salud vascular del cerebro. La mejor opción sigue siendo la fruta entera.

Dañinos para el cerebro

Alcohol (cerveza, vino, licores)
Aunque a veces se asocia con beneficios, la ciencia es clara: el alcohol es tóxico incluso en pequeñas cantidades. Aumenta el riesgo de deterioro cognitivo, ictus y enfermedades neurodegenerativas.

Refrescos azucarados
Su exceso de azúcar afecta a los vasos sanguíneos, favorece la inflamación y aumenta el riesgo de diabetes tipo 2, obesidad y deterioro cognitivo.

Bebidas energéticas
Aunque es un consumo frecuente entre deportistas y jóvenes que buscan un “extra de energía”, estas bebidas combinan altas dosis de cafeína con estimulantes como la taurina o el ginseng. A corto plazo pueden provocar nerviosismo, insomnio o irritabilidad, mientras que a largo plazo se asocian con mayor riesgo de ansiedad, problemas de sueño y desgaste del sistema nervioso. Incluso en sus versiones sin azúcar, siguen siendo perjudiciales para la salud cerebral por su elevada carga de estimulantes.

Claves para cuidar tu cerebro

Elegir bien lo que bebes cada día puede marcar la diferencia en la salud de tu cerebro. Priorizar agua, infusiones o café y té sin azúcar asegura una buena hidratación y un aporte de antioxidantes que protegen las neuronas. Reservar para momentos puntuales los refrescos Zero o la cerveza sin alcohol evita un exceso de azúcares o edulcorantes que, según los últimos estudios, podrían acelerar el deterioro cognitivo. 

Reducir al mínimo las bebidas con alcohol, los refrescos azucarados y las energéticas protege la función cerebral a largo plazo y contribuye a mantener la memoria, la atención y el equilibrio emocional.

En definitiva, lo que eliges beber hoy influye en cómo funcionará tu cerebro mañana. Cuidar tu hidratación es también cuidar tu mente.

En FUNSACE creemos que la prevención y los hábitos de vida saludables son la base para cuidar el cerebro y, con él, la calidad de vida de las personas. Por eso, promovemos iniciativas que acompañan a las familias en la construcción de rutinas más conscientes, sencillas y beneficiosas para su bienestar presente y futuro.